Soy de bosque, he tenido la suerte de crecer en uno. Desde muy pequeña he sentido pasión por los caballos.
He pasado por varios centros de equitación y he probado diferentes disciplinas, aunque nunca me he dedicado exclusivamente a una sola. Ahora disfruto de los paseos y excursiones con mi yegua.
En el mundo ecuestre cada día aprendemos algo del caballo y del jinete, esto es lo que me motiva dia a dia y me hace disfrutar.
Poder asesorar a los clientes y alumnos me gratifica y me gusta que salgan satisfechos de cada experiencia, buena o mala, ya que los días malos son los que nos sirven para mejorar.
Me siento orgullosa de haber transmitido mi pasión y respeto por los caballos a mis hijos y a mi marido, y que nuestras vidas se muevan alrededor de este animal.